Luisa Gavasa no para, 2016 está siendo un gran año para la Madrina de Librería Centro: Goya a la Mejor Actriz de Reparto por “La Novia”, Premio Feroz, Premio Simón, Premio de la Unión de Actores y Actrices, Dama de Fuentes de Ebro, Aragonesa del Año, Hija Predilecta de la Ciudad de Zaragoza… y este próximo sábado será la Pregonera de las Fiestas del Pilar. Podríamos decir que es un año de cosecha, de sueños cumplidos…
Librería Centro: Muchas veces las personas no saben lo que quieren hacer en la vida, saben que quieren hacer algo, pero no saben identificar cuál es su sueño, ¿cómo supiste identificar tu sueño, en este caso ser actriz?
Luisa Gavasa: Pues la verdad es que no me costó mucho… De cría, el poco teatro que pude hacer en el colegio me encantó y cuando empecé a hacer teatro con el grupo de Mariano Cariñena me daba cuenta que era muy feliz encima de un escenario, que era una cosa que me resultaba tremendamente gratificante. Luego con 23 años, en Londres, fui a ver una obra de la Compañía Royal Center, “Titus Andronicus”, y de pronto estaba sola en el teatro en el patio de butacas y al empezar la función era todo tan emocionante, tan bonito, y de pronto yo dije quiero ser de esto, yo voy a pertenecer a esto toda mi vida. Fue un momento de revelación de alguna manera… fue cuando tuve la convicción absoluta de que yo quería ser actriz, y así ha sido.
LC: Es fantástico, Luisa. Pero a pesar de que era un sentimiento que te provocaba cierta trascendencia, a pesar de sentir en tus entrañas que querías ser eso, seguramente no ha sido un camino exento de esfuerzo, ¿qué dificultades has encontrado en tu camino y cómo las has superado?
LG: Hombre, las mayores dificultades que tiene mi profesión es la no continuidad, el que de pronto un mes ganas mucho dinero, luego estás tres meses sin trabajar, el que a veces no todos los directores o directoras son igual de valiosos a la hora de dirigir, no todo el mundo te dirige igual, no siempre estás en manos de gente que dices “qué maravilla”, “qué gusto”… Luego a medida que te vas haciendo mayor te das cuenta que los personajes para las mujeres van decreciendo, tú vas aumentando y los papeles van disminuyendo.
Pero no, no ha sido un camino lleno de espinas, ni muchísimo menos, porque es gratificante, en todo caso yo te diría que el factor más importante es la inseguridad económica, “no saber”, pues en mi caso tienes un hijo y tienes que pensar que no le falte de nada, dices “bueno…”, “igual…”, lo que te decía antes, tienes que ser un poco hormiguita en algunos aspectos, a guardar cuando tienes para luego… porque yo no me puedo quejar, pero no he estado trabajando todos los meses de mi vida. Esto es así.
LC: De hecho te quería preguntar por esto, porque cuando una persona encuentra su pasión, a veces no suele ser un camino seguro, como tú acabas de comentar, la carrera de los actores y de las actrices está llena de incertidumbre, ¿cómo se convive mentalmente con este sentimiento?
LG: Te acostumbras, como a todo… (risas) Yo recuerdo que mi madre me decía, “pero, ¿cómo puedes vivir sin saber lo que al mes que viene vas a cobrar, si vas a tener un trabajo o no?”, pero a mí me sorprende la gente que vive sabiendo que todos los meses tiene un sueldo.
Te acostumbras a esa cuerda floja, forma parte quizá también de la vida y de esta vida y lo aceptas, como las giras, o los madrugones, o como las trasnochadas, oh… Yo que sé. Lo incorporas.
LC: Luisa, ¿en algún momento pensaste en tirar la toalla y dedicarte a otra cosa?
LG: Humm… No, no, tirar la toalla no. Hubo un momento complicado, que fue a raíz de la muerte de mi padre, donde yo traté de sacar adelante el negocio y al mismo tiempo hacer teatro, televisión, etc., y fue en ese aspecto la etapa más difícil porque dejé Madrid durante seis años y eso no ayudó mucho a mi carrera en Madrid.
Pero bueno, luego volví, tuve la osadía, el atrevimiento o la valentía de volver y mi carrera ya no se ha parado nunca, pero en ese momento no pensé en tirar la toalla, lo que quizá fui un poco inocente de pensar que viviendo en Zaragoza, haciendo Teatro en Zaragoza, televisión en Madrid… pero también es un oficio que si te vas es como que te mueres un poco, hay que tener cuidado con eso también. Ahora tirar la toalla nunca, no, no… nunca.
LC: Sin embargo en los momentos más bajos, porque todos los hemos tenido, según la época, porque estás agotada, o porque no le ves la punta, como se suele decir… ¿qué cosas te han ayudado a ti?, ¿qué recursos te han ayudado mentalmente para seguir adelante?
LG: Siempre he sido muy optimista y he pensado que si se cierra una puerta, se abrirá una ventana, entonces… Afortunadamente he estado rodeada de gente que en un momento determinado me han podido ayudar, no he sido una persona que he estado sola, ni familiarmente hablando, ni anímicamente hablando, siempre he tenido personas cerca, que en un momento determinado, si me ha hecho falta me han dejado dinero, hasta que yo he podido devolverlo, o venía una buena racha, que en algún momento de la vida he pasado momentos difíciles de no trabajo, pero afortunadamente siempre he tenido cerca personas que me han podido apoyar y yo siempre he tenido más moral que el Alcoyano… soy optimista.
LC: Aparte de las épocas duras o de las dificultades por las que todos hemos pasado, cuando nos alineamos con nuestro propósito la vida se alinea con nosotros y todo fluye en todos los aspectos, ¿has tenido tú esa sensación de que la vida te apoyara, de que te mandara las personas y las oportunidades adecuadas?
LG: Sí, sí, sí, lo tengo clarísimo y de hecho me ha pasado algo, o he tenido un momento muy difícil, encontrarme a mi pareja que venía de otro momento muy difícil, personal y económico, y de pronto juntarnos y salir el sol, abrirse todas las puertas y empezar a tener trabajo él, trabajo yo, me tocó la lotería, empecé a tener un personaje que me dio mucha popularidad… Sí es cierto que un momento determinado se dio una justicia poética, que en un momento la vida se alinea y te da ese empujón, sí…, así es, yo lo he vivido.
LC: ¿Y crees que eso es fruto de la casualidad o es más bien una energía que tú emanas, una disposición?
LG: Yo creo que tiene más que ver con la energía, pues no creo en la casualidad, creo más en la causalidad que en la casualidad y yo creo que también uno recoge mucho lo que siembra y yo creo que soy una mujer positiva, con una buena energía, una buena persona, creo, soy una buena persona, y eso atrae cosas buenas o sea que….
LC: Se habla mucho del miedo al fracaso, pero se habla poco del miedo a triunfar (risa de Luisa de fondo), ¿tú qué crees?, ¿estamos preparados para aceptar el éxito, para aceptar que nos lo merecemos?
LG: Lo que te da el éxito, es que efectivamente piensas, “¿por qué yo y otros no?”, en este caso, porque hay gente igual de valiosa y de capaz, como actriz, y de pronto la vida no les da las ocasiones o los premios que me ha podido dar a mí. No sé… todos estos reconocimientos me llegan a una edad en la que tengo muy claro el valor de los premios, el valor de otras cosas y me ha cogido muy adulta para recibir lo que sea, sean Goyas, sea otro premio, sea alguna película… No me coge ya con 25 años, me coge ya en una etapa con mucha madurez, entonces coloco las cosas, creo que las coloco bastante en su sitio, ¿sabes?…, entonces no me da ningún miedo el éxito, al contrario, lo agradezco muchísimo.
Lo único que alguna vez te puedes cuestionar, “¿por qué a mí?”, bueno pues porque llevo toda la vida trabajando en esto, porque me gusta, porque lo hago bien, y porque he tenido, quizá, la suerte a través de Paula (Paula Ortiz, directora de “La Novia”), de que llegara una película oportuna en el momento oportuno y se alían otra vez los astros para que las cosas surjan, entonces surge LA NOVIA, surge todo esto que estoy viviendo yo ahora, que es maravilloso.
No me produce ningún miedo, sino mucha alegría.
LC: Ahora estás cosechando el trabajo sembrado desde hace muchos años y existen muchas personas que sienten que entrados ya en su etapa madura son incapaces de conseguir nada, ¿qué les dirías?
LG: Que uno tiene que morirse vivo y mientras estás vivo te puede pasar de todo.
Hay un texto de AMINN MAALOUF que a mí me gusta mucho, LEON EL AFRICANO, que dice, «Soy hijo del camino, caravana es mi patria y mi vida la más inesperada travesía», entonces no hay que perder nunca la esperanza porque la travesía se va llevando por muchos recorridos, por muchas cosas, no sé, no hay que perder nunca esa esperanza y ese concepto.
LC: Luisa, ¿qué tipo de pensamientos ocupan tu mente nada más despertar por la mañana y antes de acostarte?
LG: Pues por la mañana, como me despierto con la luz y con los pájaros, y eso… pues la verdad es que me levanto enseguida, y activa y alegre por naturaleza.
Por la noche, pues si no caigo muy matada, hago una reflexión, a lo mejor sobre lo que he hecho durante el día, o lo que tengo que hacer al día siguiente, o imagino cosas que me gustaría que me pasaran, de trabajos…
Me veo pensando qué bonito sería si pudiera hacer esa película, mi imaginación es siempre en positivo, yo soy una persona que tiende a los pensamientos positivos siempre, desde que me levanto hasta que me acuesto.
LC: ¿Te sientes agradecida a la vida?
LG: Profundamente… es la canción que más tengo que cantar: “Gracias a la vida… que me ha dado tanto…”
Me sigue dando, me sigue dando, o sea que profundamente, desde unos padres maravillosos, hasta un hijo maravilloso, hasta unas amigas maravillosas, una pareja maravillosa, he sido una persona absolutamente bendecida por la vida.
LC: Es maravilloso, Luisa. Para terminar, ¿qué consejo le darías a una persona que sabe cuál es su sueño y quiere trabajar para alcanzarlo?
LG: Pues eso, que trabaje para alcanzarlo, que los sueños no son sólo sueños, que pueden convertirse en realidad, que todo depende del valor real que tengan para ti esos sueños y hasta dónde estás dispuesta a luchar, a estudiar, a sacrificarte y a esforzarte, en pos de algo que para ti es importante.
Porque merece la pena… merece la pena, aunque a veces nos dejemos trocitos de piel por el camino, pero merece la pena.
Grande Luisa. Una buena madrina.